martes, 20 de septiembre de 2011
miércoles, 14 de septiembre de 2011
plantas de pomelo
. ORIGEN
Los cítricos se originaron hace unos 20 millones de años en el sudeste asiático. Desde entonces hasta ahora han sufrido numerosas modificaciones debidas a la selección natural y a hibridaciones tanto naturales como producidas por el hombre.
La dispersión de los cítricos desde sus lugares de origen se debió fundamentalmente a los grandes movimientos migratorios: conquistas de Alejandro Magno, expansión del Islam, cruzadas, descubrimiento de América, etc.
El pomelo es una hibridación natural que se dio en las islas Barbados en el siglo XVII, entre un naranjo dulce y un pummelo (Citrus grandis).
La dispersión de los cítricos desde sus lugares de origen se debió fundamentalmente a los grandes movimientos migratorios: conquistas de Alejandro Magno, expansión del Islam, cruzadas, descubrimiento de América, etc.
El pomelo es una hibridación natural que se dio en las islas Barbados en el siglo XVII, entre un naranjo dulce y un pummelo (Citrus grandis).
2. TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA
-Familia: Rutaceae.
-Género: Citrus.
-Especie: Citrus paradisi Macf.
-Porte: Reducido. Tronco corto y copa compacta. Brotes color púrpura. Escasa espinosidad.
-Hojas: medio-grandes, algo vellosas, con alas grandes, nervios muy marcados y olor típico.
-Flores: grandes de color verdoso y estambres reducidos.
-Fruto: Hesperidio. Consta de: exocarpo (flavedo: presenta vesículas que contienen aceites esenciales), mesocarpo (albedo: pomposo y de color blanco) grueso y endocarpo (pulpa: presenta tricomas con jugo) blanco, rosa o rojo. De tamaño grande y forma redonda y algo aplastada. Superficie con glándulas prominentes con aceites.
-Género: Citrus.
-Especie: Citrus paradisi Macf.
-Porte: Reducido. Tronco corto y copa compacta. Brotes color púrpura. Escasa espinosidad.
-Hojas: medio-grandes, algo vellosas, con alas grandes, nervios muy marcados y olor típico.
-Flores: grandes de color verdoso y estambres reducidos.
-Fruto: Hesperidio. Consta de: exocarpo (flavedo: presenta vesículas que contienen aceites esenciales), mesocarpo (albedo: pomposo y de color blanco) grueso y endocarpo (pulpa: presenta tricomas con jugo) blanco, rosa o rojo. De tamaño grande y forma redonda y algo aplastada. Superficie con glándulas prominentes con aceites.
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3. IMPORTANCIA ECONÓMICA Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
Sus frutos en fresco se consumen en las comidas, de entrada o de postre, y transformados en mermeladas o en zumos, tanto naturales como concentrados. La industria aprovecha un 20% de su producción, principalmente para la elaboración de zumos y pequeñas cantidades para mermeladas.
La producción de pomelo a nivel mundial supera las 3,8 millones de toneladas, siendo Estados Unidos el productor líder con más de 2,3 millones de toneladas y el 45% destinado al consumo en fresco. Le siguen en importancia países como Argentina, Cuba, Chipre, Israel, México, Mozambique y Sudáfrica.
La producción de pomelo a nivel mundial supera las 3,8 millones de toneladas, siendo Estados Unidos el productor líder con más de 2,3 millones de toneladas y el 45% destinado al consumo en fresco. Le siguen en importancia países como Argentina, Cuba, Chipre, Israel, México, Mozambique y Sudáfrica.
4. REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS
Es una especie subtropical. La calidad del pomelo está asociada a una alta integral térmica. En general, la temperatura se considera el factor ambiental más importante en la incidencia sobre el color del fruto tanto externo como interno. Necesita temperaturas cálidas durante el verano para la correcta maduración de los frutos. La forma del fruto depende de la humedad relativa; los pomelos cultivados en zonas tropicales o subtropicales tienen una forma aplanada, mientras que los cultivados en zonas más áridas tienen frutos esféricos. No tolera las heladas, ya que sufre tanto las flores y frutos como la vegetación.
Presenta escasa resistencia al frío (a los 3-5ºC bajo cero la planta muere). No requiere horas-frío para la floración. No presenta reposo invernal, sino una parada del crecimiento por las bajas temperaturas (quiescencia), que provocan la inducción de ramas que florecen en primavera. Requiere importantes precipitaciones (alrededor de 1.200 mm), que cuando no son cubiertas hay que recurrir al riego.
Es una especie ávida de luz para los procesos de floración y fructificación, que tienen lugar preferentemente en la parte exterior de la copa y faldas del árbol. Por tanto, la fructificación se produce en copa hueca, lo cual constituye un inconveniente a la hora de la poda. Es muy sensible al viento, sufriendo pérdidas de frutos en precosecha por transmisión de la vibración.
En cuanto a suelos los prefiere arenosos o franco-arenosos, bien drenados, profundos, frescos y sin caliza, con pH comprendido entre 6 y 7. No tolera la salinidad, tanto de agua como de suelo. En general la salinidad afecta al crecimiento de las plantas mediante tres mecanismos relacionados entre sí pero distintos:
Presenta escasa resistencia al frío (a los 3-5ºC bajo cero la planta muere). No requiere horas-frío para la floración. No presenta reposo invernal, sino una parada del crecimiento por las bajas temperaturas (quiescencia), que provocan la inducción de ramas que florecen en primavera. Requiere importantes precipitaciones (alrededor de 1.200 mm), que cuando no son cubiertas hay que recurrir al riego.
Es una especie ávida de luz para los procesos de floración y fructificación, que tienen lugar preferentemente en la parte exterior de la copa y faldas del árbol. Por tanto, la fructificación se produce en copa hueca, lo cual constituye un inconveniente a la hora de la poda. Es muy sensible al viento, sufriendo pérdidas de frutos en precosecha por transmisión de la vibración.
En cuanto a suelos los prefiere arenosos o franco-arenosos, bien drenados, profundos, frescos y sin caliza, con pH comprendido entre 6 y 7. No tolera la salinidad, tanto de agua como de suelo. En general la salinidad afecta al crecimiento de las plantas mediante tres mecanismos relacionados entre sí pero distintos:
- Alteraciones hídricas producidas por sus efectos osmóticos sobre la disponibilidad de agua.
- Acumulación de iones tóxicos.
- Interferencias con la absorción de elementos nutritivos esenciales, que provocan desequilibrios en el balance de elementos minerales.
En los cítricos los efectos dañinos de las sales se combaten con:
- Estrategias de riego.
- Uso de material vegetal tolerante.
- Utilización de sales de calcio.
Interpretación de los análisis de suelo
| |||||
Determinaciones analíticas
|
Niveles
| ||||
Muy bajo
|
Bajo
|
Normal
|
Alto
|
Muy alto
| |
Reacción pH
| <5.5 | 5.5-6.5 | 6.6-7.5 | 7-6-8.5 | >8.5 |
CO3Ca total (%)
| <2 | 2-10 | 11-20 | 21-40 | >40 |
CO3Ca activo (%)
| <1 | 1-4 | 5-9 | 10-15 | >15 |
CE (dS(/m)
| <0.20 | 0.20-0.40 | 0.41-0.70 | 0.71-1.20 | >1.20 |
N total
| <0.07 | 0.07-0.12 | 0.13-0.18 | 0.19-0.24 | >0.24 |
Relación C/N
| <6 | 6-8 | 8.1-10 | 10.1-12 | >12 |
C.C.C. (meq/100 g) | <5 | 5-10 | 11-20 | 21-30 | >30 |
Ca (%) | <25 | 25-45 | 46-75 | 76-90 | >90 |
Mg (%) | <5 | 5-10 | 11-20 | 21-25 | >25 |
K (%) | <2 | 2-4 | 5-8 | 9-12 | >12 |
Na (%) | <1 | 1-2 | 3-9 | 10-15 | >15 |
Relación Ca/Mg (meq/100 g) | <1 | 1-3 | 4-6 | 7-10 | >10 |
Relación K/Mg (meq/100 g) | <0.10 | 0.10-0.15 | 0.16-0.35 | 0.36-0.60 | >0.60 |
C.C.C.: capacidad de cambio catiónico
Fuente: Legaz et al., 1995
Fuente: Legaz et al., 1995
En teoría en los cítricos es posible la propagación sexual mediante semillas que son apomícticas (poliembriónicas) y que vienen saneadas. No obstante la reproducción a través de semillas presenta una serie de inconvenientes: dan plantas que tienen que pasar un período juvenil, que además son bastante más vigorosas y que presentan heterogeneidad. Por tanto, es preferible la propagación asexual y en concreto mediante injerto de escudete a yema velando en el mes de marzo, dando prendimientos muy buenos. Si se precisa de reinjertado para cambiar de variedad, se puede hacer el injerto de chapa que también da muy buenos resultados. El estaquillado es posible en algunas variedades de algunas especies, mientras que todas las especies se pueden micropropagar, pero en ambos casos solamente se utilizarán como plantas madre para posteriores injertos.
6. MATERIAL VEGETAL
6.1. Variedades
Las variedades de pomelo pueden clasificarse en dos grupos. En el primer grupo se incluyen las variedades blancas o comunes, siendo la variedad Marsh la más importante. En el segundo grupo engloba las variedades pigmentadas, que están adquiriendo mayor popularidad entre los consumidores.
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-Variedades blancas o comunes:
- Duncan: árbol vigoroso, grande y muy productivo; su fruto es de mayor tamaño que el de la variedad Marsh y el árbol es más resistente al frío. Sabor excelente, pulpa muy firme y jugosa, buena acidez y niveles de azúcar elevados, dando un sabor equilibrado, rico y dulce. Elevado número de semillas (30-50 por fruto), pero a pesar de ello sigue siendo el punto de referencia en cuanto a calidad. La presencia de semillas no es un obstáculo para su industrialización dados el sabor y la firmeza de los gajos, siendo una variedad muy indicada para la transformación en zumo. Variedad cultivada casi exclusivamente en Florida y representa alrededor del 7% de la producción de pomelo en este estado.
- Marsh (Marsh seedles): se obtuvo a partir de semilla de la variedad Duncan. Procede de Florida (EE.UU.). Árbol vigoroso y muy productivo, de tamaño grande y más sensible al frío. El fruto es algo más pequeño que Duncan, pero el número de semillas es mucho menor (2-3 por fruto). El contenido de zumo es alto y dicho zumo es dulce, aunque con acidez elevada al comienzo de la campaña. Esta variedad permanece más tiempo en el árbol (hasta tres meses), aunque a finales de campaña la acidez es baja y el sabor un tanto insípido. Es la variedad más importante del mundo, adecuada para la industria de zumo y de gajos.
-Variedades pigmentadas:
Deben su color al pigmento licopeno, a diferencia de las naranjas, en las que el color se debe a las antocianinas. El licopeno se genera cuando las temperaturas son elevadas. La popularidad de los pomelos pigmentados se ha incrementado en las dos últimas décadas en muchos países, aunque no ha ocurrido así en Japón.
- Burgundy: probablemente se originó a partir de la variedad Thompson. Es una variedad tardía que se mantiene en el árbol hasta comienzos del verano en buenas condiciones comerciales. La corteza es lisa y su color no acompaña a la intensa coloración interna en tono marrón. Escaso número de semillas (1-2), pulpa firme, muy jugosa, con sabor dulce y nada amargo. Su calidad interna es considerada inferior en comparación con otras variedades pigmentadas y apenas se cultiva en la actualidad.
- Ruby (Ruby red, Redblush, Henninger): estas variedades se originaron en la misma zona de Texas, probablemente al mismo tiempo y muchos expertos piensan que se trata de la misma variedad. Mutación espontánea de Thompson. Sin semillas. Madura aproximadamente al mismo tiempo que el pomelo Thompson, pero presenta mejor calidad interna y mejor pigmentación interna y externa. La intensidad de la pigmentación aumenta con la temperatura ambiente. Es la primera variedad de pomelo rosa que permitió una rápida identificación por la coloración externa sin necesidad de ser partida. Excepto por el color, es prácticamente idéntica a la variedad Marsh en cuanto a características del fruto, aunque presenta menos semillas. Es una de las variedades más cultivadas a escala mundial, aunque pronto será superada por variedades más recientes. A partir de mutaciones de esta variedad se han introducido otras dos: Rio Red y Ray Ruby.
- Star Ruby: fue obtenida mediante la irradiación de una semilla de la variedad Hudson en Texas en 1959. La pulpa es de coloración más intensa y la coloración externa es superior a la de las variedades más recientes. Presenta escasas semillas (1-2, en algunos frutos). La corteza es muy delgada, el contenido de zumo es muy alto y el sabor más dulce y menos amargo que el de Marsh y otras variedades pigmentadas. Es el pomelo estándar o modelo con el que se suelen comparar otras variedades. La irradiación también ha supuesto algunos inconvenientes que se manifiestan en la reordenación genética: el árbol es de crecimiento lento, compacto y de poco desarrollo; asimismo es muy sensible a la podredumbre del cuello y a herbicidas y puede presentar acanaladuras en la madera producidas por el virus de la Tristeza antes que las variedades Marsh y Ruby. Mientras que muchas variedades pueden almacenarse en buenas condiciones comerciales durante varios meses. Star Ruby tiende a desarrollar podredumbre peduncular (diploidía) a las pocas semanas. El tamaño del fruto se ve afectado por el escaso vigor del árbol, tendiendo a ser pequeño, lo que supone un gran inconveniente, ya que sólo los frutos de gran tamaño alcanzan precios verdaderamente altos en el mercado.
- Thompson o Pink Marsh: fue la primera variedad pigmentada sin semillas. Se originó como mutación espontánea de Marsh Seedles en florida en 1913. Las características del árbol y del fruto son muy similares a las de la variedad Marsh, ya que sólo difiere en dos aspectos: es de madurez algo más precoz y la pulpa es ligeramente rosa en la zona próxima a las membranas de los gajos, aunque este color tiende a mitigarse con el paso del tiempo.
6.2. Patrones
Ventajas que confiere el uso de patrones:
- Precocidad en la producción.
- Mayor uniformidad de la plantación (muy importante en citricultura moderna).
- Proporciona cierto control sobre la calidad y cantidad de la cosecha para una misma variedad.
- Adaptación a problemas físico-químicos del suelo (salinidad, asfixia radicular, sequía).
- Tolerancia a plagas y enfermedades (Tristeza y Phytophthora spp.).
Los patrones más utilizados son:
1. Citrange Carrizo y Troyer. El Citrange Troyer fue de los primeros patrones tolerantes que se introdujo, a parte de ser tolerante a Tristeza, es vigoroso y productivo. Posteriormente se introdujo el Citrange Carrizo, muy similar al primero pero con algunas ventajas, considerándose más resistente a Phytophthora spp., a la asfixia radicular, a elevados porcentajes de caliza activa en el suelo y a nematodos, siendo las variedades injertadas sobre él más productivas. Como sólo representa ventajas, el Carrizo ha desplazado casi totalmente al Troyer.Tiene buena influencia sobre la variedad injertada, con rápida entrada en producción y buena calidad de la fruta.
Son tolerantes a psoriasis, xyloporosis, “Woody Gall” y bastante resistentes a Phytophthora spp. pero sensible a Armillaria mellea y a exocortis. Este último inconveniente obliga a tomar precauciones para evitar la entrada de la excortis en las nuevas plantaciones: desinfectar las herramientas de poda y recolección, utilizar material vegetal certificado en caso de reinjertadas, etc.
Son relativamente tolerantes a la cal activa, hasta un 8-9% el Troyer y un 10-11% el Carrizo. Estos valores son aproximados y dependen de muchos otros factores siendo favorable que las tierras hayan sido dedicadas anteriormente a regadío, utilización del riego por goteo, buen contenido en materia orgánica del suelo, utilización de abonos acidificantes, aportaciones periódicas de quelatos de hierro, etc. Son sensibles a la salinidad, no debiéndose utilizar cuando la conductividad del extracto de saturación sea superior a los 3.000 micromhos/cm y la concentración de cloruros se encuentre por encima de los 350 ppm. Si la salinidad es debido fundamentalmente a sulfatos, las conductividades toleradas pueden ser superiores.
2. Mandarino Cleopatra. Fue el pie tolerante más empleado, actualmente sólo se utiliza en zonas con elevados contenidos de cal o problemas de salinidad. El vigor que induce sobre la variedad es menor que otros pies y aunque da fruta de mucha calidad, el calibre y la piel es más fina, factores a tener muy en cuenta en algunas variedades. Tolerante a todas las virosis conocidas. Bastante sensible a la Phytophthora spp. y a la asfixia radicular, se debe evitar plantar en suelos arcillosos o que se encharque. Recomendable plantarlo siempre en alto y evitar que los emisores de riego mojen el tronco. Aunque de buenas cualidades, las plantaciones con este patrón muestran un comportamiento irregular e imprevisible, en algunos casos de desarrollo deficiente en los primeros años.
Son tolerantes a psoriasis, xyloporosis, “Woody Gall” y bastante resistentes a Phytophthora spp. pero sensible a Armillaria mellea y a exocortis. Este último inconveniente obliga a tomar precauciones para evitar la entrada de la excortis en las nuevas plantaciones: desinfectar las herramientas de poda y recolección, utilizar material vegetal certificado en caso de reinjertadas, etc.
Son relativamente tolerantes a la cal activa, hasta un 8-9% el Troyer y un 10-11% el Carrizo. Estos valores son aproximados y dependen de muchos otros factores siendo favorable que las tierras hayan sido dedicadas anteriormente a regadío, utilización del riego por goteo, buen contenido en materia orgánica del suelo, utilización de abonos acidificantes, aportaciones periódicas de quelatos de hierro, etc. Son sensibles a la salinidad, no debiéndose utilizar cuando la conductividad del extracto de saturación sea superior a los 3.000 micromhos/cm y la concentración de cloruros se encuentre por encima de los 350 ppm. Si la salinidad es debido fundamentalmente a sulfatos, las conductividades toleradas pueden ser superiores.
2. Mandarino Cleopatra. Fue el pie tolerante más empleado, actualmente sólo se utiliza en zonas con elevados contenidos de cal o problemas de salinidad. El vigor que induce sobre la variedad es menor que otros pies y aunque da fruta de mucha calidad, el calibre y la piel es más fina, factores a tener muy en cuenta en algunas variedades. Tolerante a todas las virosis conocidas. Bastante sensible a la Phytophthora spp. y a la asfixia radicular, se debe evitar plantar en suelos arcillosos o que se encharque. Recomendable plantarlo siempre en alto y evitar que los emisores de riego mojen el tronco. Aunque de buenas cualidades, las plantaciones con este patrón muestran un comportamiento irregular e imprevisible, en algunos casos de desarrollo deficiente en los primeros años.


plantas de damascos
Pulgones. 

http://www.infoagro.com/frutas/frutas_tradici

Su nombre científico es Prunus armeniaca.

CONDICIONES AGROECOLÓGICAS PARA UN DESARROLLO ADECUADO
TEMPERATURA
El damasco es un cultivo de clima templado a templado-frío. Para una buena producción de fruta requiere acumular en el
año normalmente entre 300 y 800 horas de frío.
Un factor importante son las heladas primaverales que pueden afectar la floración. Esto se debe a que en general el
damasco florece muy tempranamente, cuando todavía existe un riesgo importante de heladas tardías. La sensibilidad a
las mismas aumenta en la medida que las yemas florales se desarrollan y transforman en flor y luego en pequeño fruto.
HUMEDAD
Hay que regar luego de períodos relativamente prolongados sin precipitaciones, sobretodo después de la cosecha,
cuando se están formando las yemas florales del año siguiente. Si falta agua en ese momento, es muy posible que la
siguiente cosecha sea muy pobre. Este problema se llama “vecería” o “añerismo” y es común que aparezca en el cultivo
de damasco.
Los cultivares tardíos son particularmente dependientes de buena cantidad de agua durante la maduración de sus frutos.
Esto se debe a que en ese momento es normal que también se estén formando las yemas florales de la siguiente
temporada. Entonces, frutos y yemas florales compiten por el agua.
RADIACIÓN SOLAR
Es importante que las ramas y el tronco no estén muy expuestos a la luz directa del sol y que la luz pueda penetrar bien
dentro de la copa. Finalmente, se recomienda evitar zonas con mucha sombra.
SUELO
Los suelos francos a franco-arenosos, profundos y sueltos son los mejores para esta especie. El pH óptimo del suelo es
7, es decir, neutro. Se adapta a suelos no muy fértiles, pero buenos niveles de materia orgánica favorecen el crecimiento
de esta especie. Por último, el damasco es una especie sensible a la presencia de sales en el suelo.
RECOMENDACIONES PARA OBTENER UN FRUTO DE CALIDAD
SELECCIÓN DEL PIE
En el caso de tratarse de pies francos se obtienen por semilla. Pueden obtenerse pies otras especies como el ciruelo,
duraznero o almendro. También existen pies híbridos que son una cruza entre dos especies de frutales distintas.
El pie de duraznero se utiliza para suelos delgados y algo ácidos. También para condiciones en las que ciertas
enfermedades están presentes. Además, le quita vigor a la variedad a injertar. OBTENCIÓN DE UN PIE
La semilla que dará origen a los pies se encuentra dentro del carozo. Para que pueda germinar debemos eliminar la
pulpa del mismo, lavarla bien y luego orearla a la sombra hasta la época de siembra.
Iniciamos la siembra de los carozos a mediados de otoño. Lo primero que hacemos es sumergirlos en agua para
favorecer la germinación. En el almácigo los pies van a pasar su primera etapa de vida.
Se deben eliminar las malezas y puntear la tierra. La distancia entre carozos será de 5 a 10 centímetros y entre hileras
de 1 a 1,2 metros. La profundidad de siembra es de unos 3 a 4 centímetros. Hasta fines del invierno y principios de
primavera, la semilla cubrirá sus requisitos de frío sin el que no puede germinar.
Una alternativa es la siembra de la semilla, sin el carozo. Si optamos por esta manera, debemos poner las semillas unas
dos semanas en la heladera para que cubran sus requisitos de frío. Como el proceso de germinación de esta manera es
más veloz, podemos sembrar desde septiembre hasta marzo.
Luego debemos regar periódicamente para evitar que mueran las plantitas. Raleando seleccionaremos las mejores
plantas de modo que la distancia en la fila sea de 20 a 30 centímetros entre plantas. Los brotes que salgan desde el
cuello del tallo y hasta los 25 centímetros de altura los eliminamos.
SELECCIÓN DE LA COPA
Recordemos que es importante que floración no coincida con la fecha media de última helada a principios de la
primavera. Esto se debe a que son más sensibles que otros frutales porque sus yemas brotan muy precozmente.
El damasco tiene problemas de caída de yemas cuando en los meses de junio y julio no hace suficiente frío.
Las variedades comerciales que tienen mayor difusión pueden separarse en tres grandes grupos:
Maduración temprana: Entre las variedades de este grupo podemos encontrar “Bulida”, “Mitger”, “Bandera
española”, “Katy”, “Castelbrite”, “Quardi”, “Poppy”, “Harcot” y “Tirynthos”.
Maduración intermedia: Algunas de las variedades de este grupo son “Canino”, “Damasca”, “Wenatchee”,
“Modesto”, “Moopark”, “Harogem”, “Goldbar”, “Tomcot” y “Goldstrike”.
Maduración tardía: “Rojo de Rosellón”, “Paviot”, “Royal”, “Tilton” y “Royal Brillante”. Por último, existen injertos que son híbridos. Estos son cruzas entre damasco y ciruelo. Entre ellos se pueden citar a:
“Plumcot” y “Dapple Dancy”.
OBTENCIÓN DEL INJERTO E INJERTACIÓN
Recordamos que el injerto lo obtenemos de un árbol sano que produce buena calidad y cantidad de fruta. De este árbol
obtendremos las ramas crecidas en la última temporada que tienen las yemas que necesitamos. Básicamente, hay dos
tipos de yemas: 1) de madera que son para injertar y 2) fructíferas.
El primer tipo de yemas da brotes y son más puntiagudas y las del segundo tipo son las que florecerán y darán fruta.
Estas son más grandes y redondeadas. Las yemas pueden estar solas o agrupadas. La combinación típica es una de
madera rodeada de dos fructíferas, pero puede ser variable.
Una vez obtenidas las ramas que tienen las yemas de madera, elegimos las que no tengan indicios de brotación. Vamos
a preferir las yemas de la parte media de la rama porque son de mejor calidad. Eliminamos las láminas de las hojas y las
yemas fructíferas acompañantes si las hay. Hacemos esto pero dejamos los pecíolos unidos a la rama. El diámetro o grosor de la rama yemera debe estar entre 1 y 2,5 centímetros. El momento para injertar más comúnmente
utilizado es a fines del verano-principios del otoño. Este es el tipo de injerto que se muestra en las figuras y se llama “a
yema dormida”. En este momento del año hace falta deshojar las ramas yemeras, pero dejando los pecíolos, es decir,
los tallitos que las sostienen.
Si se hace a fines del invierno-principios de primavera se llama “a yema despierta” o “a yema velando”. En este caso,
se la injerta justo en el momento en que las condiciones del clima hacen que brote inmediatamente.
A continuación se realiza un corte transversal a 1 o 1,5 centímetros por encima de la yema y luego con un cuchillo afilado
o una navaja un corte oblicuo a lo largo de la rama desde 1 o 1,5 centímetros por debajo de la yema. Esto es para poder
desprender el “escudo” que la contiene.
Una vez obtenido el escudo, debemos colocarlo en el pie o patrón. Haremos un corte en “T” en el tronco a unos 15 o 20
centímetros del suelo de modo que el escudo pueda colocarse dentro del mismo. El corte no debe profundizar más que
hasta llegar al cilindro central, es decir, solamente cortando la corteza. La misma cubrirá al escudo que luego se atará
con cinta o rafia hasta que el tejido cicatrice.
En el injerto “a yema dormida”, si el escudo prendió, el pecíolo amarilleará y caerá, sino prendió se pone duro y negro. La
copa del pie se corta unos 10 centímetros por encima del lugar de injertación. Con la primavera el injerto brota y cuando
vemos que se esta desarrollando bien, eliminamos los 10 centímetros del pie que habíamos dejado.
Cuando injertamos “a yema despierta” las ramas yemeras las cortamos a mediados del invierno y las conservamos en
arena. Injertamos a fines del invierno y cortamos la copa a 10 centímetros por encima del injerto. A las dos semanas de
la brotación del injerto, debemos cortar la rafia o cinta con la que la sostuvimos para evitar estrangular a la planta. Una
vez que el brote vemos que esta creciendo bien, cortamos el pedacito de tronco que dejamos por encima del injerto.
A continuación el pie emitirá brotes que hay que eliminar salvo el de la yema injertada. El brote injertado puede ser
tutorado por el resto del tronco del pie por un tiempo. Una vez que el brote del injerto tiene buen desarrollo podemos
cortar el tronco por encima de mismo como se ve en el detalle de la figura. De esa manera evitamos la acumulación de
agua sobre la cicatriz del injerto.
Podemos injertar en un mismo pie más de un escudo. En ese caso los mismos deben dirigirse en distintas direcciones.
El o los brotes continuarán su crecimiento hasta llegado el reposo invernal.
MANEJO DEL CULTIVO
PLANTACIÓNLa época más propicia para realizar el transplante es en otoño.
El hoyo de plantación guardará relación con el tamaño de las raíces de la planta a transplantar. Generalmente tendrá 0,4
a 0,6 metros de profundidad. Antes de transplantar se cortarán las raíces que presenten daños o que estén de color
negro. Los extremos de las mismas no deben quedar mirando hacia arriba.
Al momento del transplante, al menos en el fondo de hoyo conviene colocar compost y eliminar las piedras presentes. La
cicatriz del injerto debe quedar unos 10 centímetros sobre el nivel del suelo. Una vez tapado el hoyo, se pisará el suelo
alrededor de la planta. Esto es para mejorar el contacto de las raíces con el suelo. Finalmente, debemos regar la planta.
Se deberán cortar las malezas que crezcan alrededor del tronco para evitar que compitan por agua y nutrientes. La
mínima distancia puede ser de 8 a 10 metros entre hileras. Usaremos el mismo distanciamiento de 1,5 metros entre
plantas en la hilera. Convendrá colocar cortinas cortaviento para proteger a los árboles.
PODA
Los damascos pueden tener tres tipos de fructificación según en la rama en que lo hacen:
- Rámulos: ramas vigorosas de 30 centímetros o más que tienen yemas de madera y fructíferas agrupadas
- Brindillas: ramas de 10 a 30 centímetros que tienen algunas yemas florales
- Ramilletes: ramas muy cortas, con una yema de madera terminal y yemas fructíferas en forma lateral.
Existen distintos tipos básicos de poda según el objetivo buscado:
Poda de formación: Se realiza durante el reposo vegetativo. El objetivo es equilibrar el crecimiento de la copa con el de
las raíces. A las plantas se las podará para que tengan tres ramas principales o primarias. Este tipo de estructura se la
llama “vaso”.
Una vez finalizada la primera temporada de crecimiento la planta injertada puede encontrarse en dos estados diferentes
de desarrollo: 1) con ramas vigorosas que salen del tronco o eje principal, o 2) que no las tengan como se dan
generalmente. En ambos casos despuntaremos el eje de la planta a unos 0,5 a 0,8 metros medidos desde el suelo.
En el primer caso seleccionamos 3 o 4 ramas que serán las futuras ramas de primer orden intentando obtener una
distribución regular de las mismas como se muestra en la siguiente imagen: Eliminaremos las ramas “anticipadas”. Estas son ramas que se forman en el mismo año que la rama de la salen.
Si la planta frutal después de crecer durante una temporada no tiene ramas vigorosas vamos a tener que dejarla un año
más creciendo en el vivero. Vamos a elegir 3 o 4 brotes de 10 a 15 centímetros que se encuentren bien distribuidos
sobre el eje principal. Esto lo hacemos para que esos brotes se transformen en futuras ramas de primer orden. A cada
uno de eso brotes se le dejarán unas 2 o 3 yemas. Los otros brotes son eliminados con tijera o con un pellizco de uñas.
Para la próxima temporada estas ramas ya tendrán suficiente vigor.
Al año siguiente dejaremos sobre cada rama de primer orden 2 o 3 brotes. Estos deben estar preferentemente en la zona
media de la misma y dirigidos hacia afuera, es decir, hacia el exterior de la copa. Las ramas que se desarrollen a partir
de esos brotes serán las ramas de segundo orden.
En el caso de que aparezcan chupones, debemos eliminarlos. Este tipo de ramas que acabamos de mencionar se
caracterizan por ser muy vigorosas y por crecer de forma muy vertical. Sus entrenudos son muy largos y sus yemas son
de madera.
Al año siguiente, se seleccionarán ramas de tercer orden. Estas son las brindillas que darán fruta y que deben estar
orientadas en distintas direcciones pero siempre hacia el exterior de la copa. Puede ser necesario el raleo de frutos para
evitar la pérdida de vigor del árbol. Esto se recomienda sobre todo hasta que la planta tenga ramas con suficiente grosor
que sean capaces de aguantar el peso de la fruta.
La recomendación para el damasco es que durante el tiempo que tome la formación del vaso, tratemos de hacer la
menor cantidad de cortes de ramas. También se aconseja despuntar lo menos posible los rámulos y las brindillas. Si
hacemos caso a estos dos puntos, podemos adelantar la entrada en producción.
Poda de Fructificación: Los frutos son producidos por las ramas del año. Tenemos que dejar una cantidad que no sea
excesiva y que termine dando frutos muy chicos. Tampoco hay que ralear de más para que no caiga mucho el
rendimiento por árbol.
Poda de mantenimiento: La misma consiste en una eliminación de algunas ramas para que penetre la luz hasta la parte
inferior de la copa y para evitar un desarrollo excesivo de las partes vegetativas que compiten con los frutos y con su
calidad. También se hace para estimular la renovación de brotes fructíferos.
Es importante la eliminación de material vegetal mal ubicado y/o que se encuentre en mal estado. También hay que
cortar los chupones. La época más adecuada para realizar esta tarea en durante el reposo vegetativo, es decir, el
invierno.
Se recomienda, en lo posible, podar después de la cosecha y antes de que la planta pierda las hojas. A este tipo de poda
se la llama “en verde”.
POLINIZACIÓN
En la planta encontramos flores hermafroditas, es decir que tienen ambos sexos juntos.
El damasco es una especie autocompatible, es decir que puede polinizarse a si misma. El polen es llevado por el
viento pero los insectos pueden colaborar en la polinización.
Foto 1. Frutos inmaduros todavía en crecimiento. ABONADO
Después de la cosecha normalmente se abona con fuentes nitrogenadas para favorecer el crecimiento de las raíces y la
producción de reservas para el ciclo productivo posterior. Cuando la planta está en sus primeros años aportamos los
abonos en torno al tronco. Posteriormente lo haremos en forma de anillo por debajo de la proyección de la copa.
COSECHA
A partir del tercer año podemos cosechar fruta. La producción ser irá incrementando con el tiempo y se puede considerar
que un árbol esta en plena producción aproximadamente al quinto o sexto año.
La cosecha se realiza durante el verano. El momento de cosecha está determinado por el cambio de coloración de la
piel o epidermis. Esta debe virar del verde a un color amarillo. Conviene además evaluar la consistencia de la pulpa. La
misma no debe estar ni muy dura (inmaduro) ni muy blanda (muy maduro). Si se lo cosecha muy maduro se vuelve muy
sensible al magullamiento.
Un mismo árbol tendrá fruta para cosechar en distintos momentos. Esto significa que se deberá hacer más de una
pasada. En plena producción podemos esperar una cosecha de entre 30 y 60 kilos de fruta por árbol.
En general, se estima una vida poscosecha de unos pocos días y si la fruta se cosecho en días húmedos tiende a
conservarse menos tiempo.
Foto 2. Frutos maduros.
PLAGAS Y ENFERMEDADES
ENFERMEDADES PLAGAS
Roya
Monilia
Lepra
Virus
Cochinillas.
Arañuelas.
Trips.
Mosca de la fruta.
Taladrillo de los frutalesMÁS INFORMACIÓN EN…
plantas de mango
.- ORIGEN
El mango está reconocido en la actualidad como uno de los 3 ó 4 frutos tropicales más finos. Ha estado bajo cultivo desde los tiempos prehistóricos. Las Sagradas Escrituras en Sánscrito, las leyendas y el folklore hindú 2.000 años a.C. se refieren a él como de origen antiguo, aun desde entonces. El árbol de mango ha sido objeto de gran veneración en la India y sus frutos constituyen un artículo estimado como comestibles a través de los tiempos. Aparentemente es originario del noroeste de la India y el norte de Burma en las laderas del Himalaya y posiblemente también de Ceilán.
El mango está distribuido por todo el sureste de Asia y el archipiélago Malayo desde épocas antiguas. Se le ha descrito en la literatura china del siglo VII como un cultivo frutal bien conocido en las partes más cálidas de China e Indochina. La temprana prominencia del mango en su tierra nativa sale a la luz por el hecho de que Akbar, el gran Moguel de la India del siglo XVI, tenía un huerto conteniendo 100.000 árboles de mango.
El mundo occidental se relacionó con el mango e inició su actual distribución mundial con la apertura, por los portugueses, de las rutas marítimas hacia el Lejano Oriente, al principio del siglo XVI. También se le llevó de Indochina a la isla de Mindanao y a Sulus por el siglo XIII, no siendo sino hasta fines del siglo XIV y principio del siglo XV que los viajeros españoles llevaron la fruta desde la India hasta Manila, en Luzón. Mientras tanto, los portugueses en Goa, cerca de Bombay, transportaron fruta de mango al sur de África, de ahí hacia Brasil, alrededor del siglo XVI y unos 40 años después a la Isla de Barbados.
Del mismo modo, los españoles introdujeron este cultivo a sus colonias tropicales del Continente Americano, por medio del tráfico entre las Filipinas y la costa oeste de México por los siglos XV y XVI. Jamaica importó sus primeros mangos de Barbados hacia 1782 y las otras islas de las Indias Occidentales, al principio del siglo XVII. Los mangos fueron llevados de México a Hawai, en 1809, y a California, alrededor de 1880, mientras que la primera plantación permanente en Florida data de 1861.
El mango está distribuido por todo el sureste de Asia y el archipiélago Malayo desde épocas antiguas. Se le ha descrito en la literatura china del siglo VII como un cultivo frutal bien conocido en las partes más cálidas de China e Indochina. La temprana prominencia del mango en su tierra nativa sale a la luz por el hecho de que Akbar, el gran Moguel de la India del siglo XVI, tenía un huerto conteniendo 100.000 árboles de mango.
El mundo occidental se relacionó con el mango e inició su actual distribución mundial con la apertura, por los portugueses, de las rutas marítimas hacia el Lejano Oriente, al principio del siglo XVI. También se le llevó de Indochina a la isla de Mindanao y a Sulus por el siglo XIII, no siendo sino hasta fines del siglo XIV y principio del siglo XV que los viajeros españoles llevaron la fruta desde la India hasta Manila, en Luzón. Mientras tanto, los portugueses en Goa, cerca de Bombay, transportaron fruta de mango al sur de África, de ahí hacia Brasil, alrededor del siglo XVI y unos 40 años después a la Isla de Barbados.
Del mismo modo, los españoles introdujeron este cultivo a sus colonias tropicales del Continente Americano, por medio del tráfico entre las Filipinas y la costa oeste de México por los siglos XV y XVI. Jamaica importó sus primeros mangos de Barbados hacia 1782 y las otras islas de las Indias Occidentales, al principio del siglo XVII. Los mangos fueron llevados de México a Hawai, en 1809, y a California, alrededor de 1880, mientras que la primera plantación permanente en Florida data de 1861.
2. IMPORTANCIA ECONÓMICA Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
Ahora, se encuentran bajo cultivo áreas importantes de mango en la India, Indonesia, Florida, Hawai, México, Sudáfrica, Queen Island, Egipto, Israel, Brasil, Cuba, Filipinas y otros numerosos países. Probablemente la India tiene más plantaciones comerciales que el total del resto del mundo. Sin embargo, la importancia económica real del mango estriba en el tremendo consumo local que se realiza en cada villa y ciudad de las tierras bajas de los trópicos, ya que se trata de una de las plantas más fructíferas de los países tropicales. Esta especie se cultiva en todos los países de Latinoamérica, siendo México el principal país exportador del mundo.
Como cosecha de exportación, se coloca bastante abajo en la lista de las frutas, siendo sobrepasada en mucho por los plátanos, cítricos, aguacates, dátiles, higos, piñas y posiblemente otros, pero ocupa el segundo lugar, sólo superándolo los plátanos, en términos de uso doméstico.
El mango es consumido en gran parte en estado fresco, pero también puede ser utilizado para preparar mermeladas y confituras. Actualmente se está empleando bastante en la industria farmaceutica.
En la siguiente tabla se muestra los principales países productores de mango (producciones x 103 t) a nivel mundial, durante los años 1.996, 1.997, 1.998.
Como cosecha de exportación, se coloca bastante abajo en la lista de las frutas, siendo sobrepasada en mucho por los plátanos, cítricos, aguacates, dátiles, higos, piñas y posiblemente otros, pero ocupa el segundo lugar, sólo superándolo los plátanos, en términos de uso doméstico.

El mango es consumido en gran parte en estado fresco, pero también puede ser utilizado para preparar mermeladas y confituras. Actualmente se está empleando bastante en la industria farmaceutica.
En la siguiente tabla se muestra los principales países productores de mango (producciones x 103 t) a nivel mundial, durante los años 1.996, 1.997, 1.998.
PAÍS/REGIÓN | 1996 | 1997 | 1998 |
Nigeria | 500 | 500 | 500 |
Rep. Dem. Congo | 216 | 216 | 200 |
Egipto | 240 | 240 | 215 |
Madagascar | 202 | 202 | 205 |
Tanzania | 188 | 187 | 188 |
Sudán | 138 | 128 | 190 |
Guinea | 76 | 75 | 85 |
Senegal | 66 | 66 | 77 |
Sudáfrica | 32 | 32 | 23 |
Malí | 51 | 51 | 51 |
Malawi | 34 | 34 | 32 |
Mozambique | 33 | 34 | 35 |
Chad | 32 | 32 | 32 |
ÁFRICA | 1.883 | 1.887 | 1.909 |
México | 1.189 | 1.196 | 1.461 |
Haití | 210 | 210 | 210 |
República Dominicana | 185 | 185 | 185 |
Cuba | 72 | 72 | 50 |
Santa Lucía | 27 | 27 | 27 |
NORTE Y CENTROAMÉRICA | 1.762 | 1.763 | 2.025 |
Brasil | 610 | 610 | 4.456 |
Venezuela | 132 | 132 | 147 |
Perú | 111 | 111 | 136 |
Colombia | 98 | 98 | 98 |
Ecuador | 54 | 50 | 3 |
Paraguay | 37 | 37 | 37 |
SUDAMÉRICA | 1.055 | 1.050 | 898 |
India | 11.000 | 11.000 | 12.000 |
China | 2.008 | 2.108 | 2.142 |
Tailandia | 1.400 | 1.400 | 1.350 |
Indonesia | 1.000 | 1.000 | 605 |
Pakistán | 908 | 884 | 914 |
Filipinas | 480 | 480 | 700 |
Bangladesh | 186 | 186 | 106 |
Vietnam | 132 | 132 | 160 |
Sri Lanka | 98 | 98 | 86 |
Malasia | 29 | 29 | 29 |
Cambodia | 30 | 31 | 30 |
ASIA | 17.149 | 17.220 | 18.183 |
Australia | 27 | 27 | 30 |
OCEANÍA | 35 | 36 | 38 |
EUROPA | 9 | 10 | 12 |
TOTAL MUNDIAL | 23.900 | 24.077 | 23.064 |
Fuente: FAO
3.- CLASIFICACIÓN BOTÁNICA. FLORACIÓN Y FRUCTIFICACIÓN.
Sólo se producen una docena de frutos por inflorescencia. Aparte de que muchas flores son unisexuales masculinas también muchas flores femeninas hermafroditas quedan sin fecundar.
En el momento de la floración, el mango prefiere en general un período seco, y con respecto a su época de floración se distinguen tres tipos de variedades:
- Los de floración tardía (marzo–abril), en los países templados están libres de heladas.
- Los de floración precoz (enero–febrero), que si bien sus flores son atacadas por las heladas tardías y por la humedad del invierno, al florecer por segunda vez pueden conseguir fruto.
- Los de floración precoz, que ya no vuelven a florecer; desgraciadamente la mayor parte de las buenas variedades son de este tipo, por lo que tienen rendimientos muy irregulares a causa de que ocasionalmente zonas templadas tienen inviernos frescos.
Para corregir el estado de la floración o para provocar una segunda floración se han realizado ensayos, sin encontrar de momento ninguna solución al respecto, ya que depende de diversos factores, como la acción de las hormonas, de las resinas del árbol o de la temperatura mínima para conseguir la apertura de los capullos.
Para resolver estos problemas, se han intentado ensayos para ver el efecto de las temperaturas y el manejo del riego en la inducción floral de este cultivo. Dichos ensayos muestran como temperaturas por debajo de 20ºC son necesarias para la floración y no pueden ser reemplazadas por los efectos del estrés hídrico sobre la misma (Chaikiattiyos et al, 1994).
Las épocas nubosas, las lluvias, los rocíos excesivos en el momento de la floración siempre son nefastos; las flores caen en gran número y los frutos no llegan a madurar. La maduración siempre se efectúa mejor en época de sequedad ambiental. Un exceso de fertilizantes es contrario a una buena floración.
En el momento de la floración, el mango prefiere en general un período seco, y con respecto a su época de floración se distinguen tres tipos de variedades:
- Los de floración tardía (marzo–abril), en los países templados están libres de heladas.
- Los de floración precoz (enero–febrero), que si bien sus flores son atacadas por las heladas tardías y por la humedad del invierno, al florecer por segunda vez pueden conseguir fruto.
- Los de floración precoz, que ya no vuelven a florecer; desgraciadamente la mayor parte de las buenas variedades son de este tipo, por lo que tienen rendimientos muy irregulares a causa de que ocasionalmente zonas templadas tienen inviernos frescos.
Para corregir el estado de la floración o para provocar una segunda floración se han realizado ensayos, sin encontrar de momento ninguna solución al respecto, ya que depende de diversos factores, como la acción de las hormonas, de las resinas del árbol o de la temperatura mínima para conseguir la apertura de los capullos.
Para resolver estos problemas, se han intentado ensayos para ver el efecto de las temperaturas y el manejo del riego en la inducción floral de este cultivo. Dichos ensayos muestran como temperaturas por debajo de 20ºC son necesarias para la floración y no pueden ser reemplazadas por los efectos del estrés hídrico sobre la misma (Chaikiattiyos et al, 1994).
Las épocas nubosas, las lluvias, los rocíos excesivos en el momento de la floración siempre son nefastos; las flores caen en gran número y los frutos no llegan a madurar. La maduración siempre se efectúa mejor en época de sequedad ambiental. Un exceso de fertilizantes es contrario a una buena floración.
6.- PROPAGACIÓN.
Se puede realizar la multiplicación por semilla, pero las plantas resultan de inferior calidad y las originarias no conservan sus características. El material vegetal poliembrionario, al presentar embriones adventicios de carácter vegetativo, no presentan caracteres diferentes ni degenerados en los árboles obtenidos por semillas.
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La mayoría de las plantaciones comerciales de mango están establecidas sobre patrones poliembriónicos que aseguran la deseable homogeneidad de los mismos. Teniendo de hecho, cada zona productora, un patrón poliembriónico típico. A continuación se citan las características deseables para un patrón de mango:
- Compatibilidad con los diferentes cultivares.
- Poliembrionía.
- Enanizante.
- Inductor de elevado rendimiento.
- Inductor de producción de fruta de alta calidad.
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Para ello es conveniente disponer de plantitas a las que podamos llevar las yemas o púas de la variedad que se haya seleccionado para la plantación. Como patrón dan buen resultado los árboles de frutos fibrosos de las zonas climáticas donde se desarrolla el mango.
Para plantar la semilla debe quitársele la vaina. La mejor forma de hacer esto es cortar los bordes de la cápsula con una tijera de podar. Una vez libre la almendra, se procede a plantarla en bolsas de plástico que midan unos 20 ó 25 cm de profundidad y 18 ó 20 cm de diámetro; es preferible que el color del plástico sea negro, ya que la duración de la bolsa será mayor y absorbe más cantidad de calor, con lo que se favorecerá la germinación de la semilla. La tierra debe ser ligera y hay que procurar mezclarla con turba. La semilla se enterrará de 2,5 a 3,5 cm de profundidad.
A continuación debe colocarse bajo un cobertizo al que entre poco sol y en que se mantenga un ambiente húmedo. Dentro de los veinte primeros días las plantas estarán fuera; como estas semillas dan más de un retoño, deben quitarse los que sobran y dejar el que presente mejor conformación. Debe tenerse muy en cuenta que el poder germinativo de las semillas del mango se pierde muy pronto, por lo que es conveniente plantarlo lo más rápidamente posible, preferiblemente al días siguiente después de haber sido liberada de la pulpa.
El árbol es un poco difícil de injertar; los mejores resultados los han dado los injertos de aproximación o de escudete. Las semillas plantadas en junio y julio pueden ser injertadas en noviembre, diciembre y enero, y estar listas para colocar en el campo desde julio y agosto del año siguiente.
El momento más propicio para el injerto de yema es desde mediados de primavera y verano, cuando las plantas están en crecimiento activo. Cuando los árboles de semillas han alcanzado el diámetro de un lápiz pueden ser injertados, si bien es conveniente dejarlos crecer un poco más.
El momento apropiado para colocar los injertos es cuando las plantas comienzan a brotar, o sea, cuando echan nuevos brotes de color vinoso; en este estado, la corteza se separará fácilmente de la madera. Después que el nuevo brote se ha desarrollado y está empezando a perder su color rojizo, la corteza no se separa tan fácilmente y el injerto tiene menos éxito.
Las yemas para injertar deben ser tomadas de las puntas de las ramas jóvenes, pero no de las del último crecimiento. Es importante que el gajo para injertar y el patrón sean iguales o similares en tamaño y madurez de la madera. Si es posible, deben escogerse ramitas de las cuales hayan caído las hojas. En todo caso, la madera de injerto debe estar bien madura y la punta de la ramita de la cual es tomada no debe estar en crecimiento activo.
La incisión en el patrón debe ser hecha en forma de T o T invertida; la yema debe ser grande, de 3,5 a 4 cm. Después de insertada se amarra con rafia, cinta plástica o ristras de platanera humedecidas. Después de tres o cuatro semanas se examina la yema, y si está verde o parece haber formado unió, se corta el tope del patrón varios centímetros por encima para forzar la yema a crecer. Unas pocas semanas más tarde el tope puede ser cortado más abajo, hasta cerca de la yema, cuando ésta haya crecido unos 20 cm.
Otro sistema de injertar por este mismo procedimiento es tomar la yema o la chapa y colocarla en un ramo del árbol que se ha arqueado previamente y haciendo la ventana o la T justamente en la parte más alta. Este tipo de injerto da resultado en árboles de dos a tres años de edad.
Entre los injertos de aproximación da resultado el de cuña sin decapitar el patrón o también decapitándolo.
Se hace en el patrón con la navaja un corte profundizando bastante en la madera, y en el injerto otro, también bastante profundo; se unen y se atan muy bien con cinta de plástico, procurando que la unión no esté en contacto con el aire. si el patrón no se decapita previamente, debe hacerse una incisión unos centímetros por encima del injerto.
Los árboles procedentes de semilla hasta una edad de 1 a 2 años, se pueden aproximar con comparativa facilidad siempre y cuando se aplique en la herida una solución diluida de una sustancia promotora del crecimiento, tal como ácido indol–3–acético al 1 % o ácido indol–3–butírico al 1 %, antes de que se envuelva ésta.
7.- REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS.
7.1. SUELO.
Puede vivir bien en diferentes clases de terreno, siempre que sean profundos y con un buen drenaje, factor este último de gran importancia. En terrenos en los que se efectúa un abonado racional la profundidad no es tan necesaria; sin embargo, no deben plantarse en suelos con menos de 80 a 100 cm de profundidad. Se recomiendan en general los suelos ligeros, donde las grandes raíces puedan penetrar y fijarse al terreno. El pH estará en torno a 5.5-5.7; teniendo el suelo una textura limo-arenosa o arcillo-arenosa.
Un análisis de un suelo donde los mangos prosperan muy bien dio el siguiente resultado: cal (CaO) 1,2 %, magnesio (MgO) 1,18 %, potasa (K2O) 2,73 %, anhídrido fosfórico (P2O5) 0,15 %, nitrógeno 0,105 %.
Un análisis de un suelo donde los mangos prosperan muy bien dio el siguiente resultado: cal (CaO) 1,2 %, magnesio (MgO) 1,18 %, potasa (K2O) 2,73 %, anhídrido fosfórico (P2O5) 0,15 %, nitrógeno 0,105 %.
7.2. NECESIDADES HÍDRICAS.
Los requerimientos hídricos dependen del tipo de clima del área donde estén situadas las plantaciones. Si se encuentran en zonas con alternancia de estaciones húmeda y seca, óptimas para el cultivo del mango, como sucede en Sudán, durante la estación de lluvias se desarrolla un crecimiento vegetativo, y en la estación seca la floración y la fructificación; en este caso basta con un pequeño aporte de agua.
En áreas más frías, como Israel e Islas Canarias, sólo existe una estación cálida, en la que tiene lugar a la vez la fructificación y el desarrollo vegetativo, en este caso el riego debe ser mucho más copioso, pero se tendrá en cuenta que un exceso de humedad es perjudicial para la fructificación.
En general necesita menos agua que el aguacate; se da la circunstancia de que en terrenos donde las disponibilidades de agua son abundantes, el árbol vegeta muy bien, pero no fructifica.
Cuando más agua necesitan los árboles es en sus primeros días de vida, llegando aproximadamente de 16 a 20 litros semanales por árbol. Esto sucede durante los dos primeros años y siempre que el árbol esté en el terreno; no es lo mismo en el vivero, donde sus exigencias son menores.
Una vez que el árbol está enraizado aguanta muy bien la sequía; prospera con la cuarta parte del agua que necesita la platanera y puede tolerar, según clases de tierra, hasta 400 miligramos de sal por litro de agua.
Para obtener el máximo rendimiento del árbol, los riegos deben ser periódicos (400m3/ha y mes).
Los riegos más copiosos deben darse cuando los capullos van a abrir, y hasta varias semanas después de la fructificación. Mientras la fruta aumenta de tamaño debe regarse una vez cada quince días y puede dejarse de regar al acercarse la madurez.
El mango se adapta muy bien a condiciones de precipitación variables; además tolera la sequía, aunque fisiológicamente esta tolerancia ha sido atribuida a la posesión de laticíferos que permiten a las hojas mantener su turgencia a través de un ajuste osmótico que evite los déficit de agua internos (Schaffers et al., 1994).
En suelos calcáreos un periodo de inundaciones continuas no excesivamente largo puede ser beneficioso para el mango, ya que permite aumentar la disponibilidad en el suelo de algunos microelementos tales como el hierro y el manganeso (Whiley y Schaffers, 1997).
Los periodos de déficit hídrico benefician el ciclo fenológico del mango. En áreas tropicales el estrés hídrico es el principal factor ambiental responsable de la inducción floral. Al contrario ocurre con el cuajado y el crecimiento del fruto, pues una sequía es muy perjudicial, ya que disminuye el tamaño del fruto.
Se considera más importante una buena distribución de las precipitaciones anuales que la cantidad de agua, siendo la precipitación mínima anual de 700 mm bien distribuidas.
En México el riego se aplica en la región del Pacífico Centro, empleando fundamentalmente el riego por inundación, aunque algunas plantaciones cuentan con microaspersión o goteo. El riego se aplica durante la estación seca (octubre-mayo). El riego se inicia tras la floración y continúa hasta la recolección, con un intervalo entre riegos de 10-15 días en suelos arenosos y 18-25 días en suelos arcillosos.
En áreas más frías, como Israel e Islas Canarias, sólo existe una estación cálida, en la que tiene lugar a la vez la fructificación y el desarrollo vegetativo, en este caso el riego debe ser mucho más copioso, pero se tendrá en cuenta que un exceso de humedad es perjudicial para la fructificación.
En general necesita menos agua que el aguacate; se da la circunstancia de que en terrenos donde las disponibilidades de agua son abundantes, el árbol vegeta muy bien, pero no fructifica.
Cuando más agua necesitan los árboles es en sus primeros días de vida, llegando aproximadamente de 16 a 20 litros semanales por árbol. Esto sucede durante los dos primeros años y siempre que el árbol esté en el terreno; no es lo mismo en el vivero, donde sus exigencias son menores.
Una vez que el árbol está enraizado aguanta muy bien la sequía; prospera con la cuarta parte del agua que necesita la platanera y puede tolerar, según clases de tierra, hasta 400 miligramos de sal por litro de agua.
Para obtener el máximo rendimiento del árbol, los riegos deben ser periódicos (400m3/ha y mes).
Los riegos más copiosos deben darse cuando los capullos van a abrir, y hasta varias semanas después de la fructificación. Mientras la fruta aumenta de tamaño debe regarse una vez cada quince días y puede dejarse de regar al acercarse la madurez.
El mango se adapta muy bien a condiciones de precipitación variables; además tolera la sequía, aunque fisiológicamente esta tolerancia ha sido atribuida a la posesión de laticíferos que permiten a las hojas mantener su turgencia a través de un ajuste osmótico que evite los déficit de agua internos (Schaffers et al., 1994).
En suelos calcáreos un periodo de inundaciones continuas no excesivamente largo puede ser beneficioso para el mango, ya que permite aumentar la disponibilidad en el suelo de algunos microelementos tales como el hierro y el manganeso (Whiley y Schaffers, 1997).
Los periodos de déficit hídrico benefician el ciclo fenológico del mango. En áreas tropicales el estrés hídrico es el principal factor ambiental responsable de la inducción floral. Al contrario ocurre con el cuajado y el crecimiento del fruto, pues una sequía es muy perjudicial, ya que disminuye el tamaño del fruto.
Se considera más importante una buena distribución de las precipitaciones anuales que la cantidad de agua, siendo la precipitación mínima anual de 700 mm bien distribuidas.
En México el riego se aplica en la región del Pacífico Centro, empleando fundamentalmente el riego por inundación, aunque algunas plantaciones cuentan con microaspersión o goteo. El riego se aplica durante la estación seca (octubre-mayo). El riego se inicia tras la floración y continúa hasta la recolección, con un intervalo entre riegos de 10-15 días en suelos arenosos y 18-25 días en suelos arcillosos.
7.3. TEMPERATURAS.
Es más susceptible a los fríos que el aguacate y resiste mejor los vientos que éste. El mango prospera muy bien en un clima donde las temperaturas sean las siguientes:
- Invierno ligeramente frío (temperatura mínima de 10ºC).
- Primavera ligeramente cálida (temperatura mínima superior a 15ºC).
- Verano y otoño cálidos
- Ligeras variaciones entre el día y la noche.
Un árbol de buen desarrollo puede soportar temperaturas de dos grados bajo cero, siempre que éstas no se prolonguen mucho tiempo. Un árbol joven, de dos a cinco años, puede perecer a temperaturas de cero y un grado centígrado.
Así, por ejemplo, en las islas Canarias la zona óptima para este cultivo es la del Sur, prosperando bien en la zona Norte.
Así, por ejemplo, en las islas Canarias la zona óptima para este cultivo es la del Sur, prosperando bien en la zona Norte.


miércoles, 7 de septiembre de 2011
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